Los derrotados / The Defeated / Shadowplay

Un cocktail policial-postbélico parcialmente desaprovechado / A partially wasted police-post-war cocktail

por Daniel Burman

Hay muchos elementos, ideas y momentos interesantes en este oscuro drama que ocurre en 1946 en una ruinosa Berlín de posguerra, pero las diversas líneas narrativas no terminan de integrarse satisfactoriamente, sus personajes están desaprovechados por carecer, en general, de profundidad psicológica y entre su elenco curiosamente se destaca más Tuppence Middleton que Nina Hoos, con un personaje y una actuación más logrados.

Max McLaughlin, un policía neoyorquino (Taylor Kitsch) llega a la destruida Berlín de posguerra en 1946 para organizar un precario departamento de policía alemán en el sector estadounidense de la ciudad junto a la alemana Elsie Garten (Nina Hoos). Además, ambos deben lidiar con sus pérdidas personales. En el caso de Max, procura además dar con el paradero de su hermano, un soldado desaparecido, mientras que de Elsie sabemos que el desaparecido es su marido.

Este precario escuadrón policial armado sólo con palos (los alemanes no podían portar armas) deben vérselas con una Berlín donde circulan cazadores de nazis y vengadores, un villano proxeneta apodado Engelmacher (Sebastian Koch) , terroristas, espionaje, crueles autoridades de la zona rusa y diplomáticos.

Era interesante la idea de combinar un policial con el drama post bélico y confieso que lo que me motivó para ver la serie era la presencia de la gran actriz alemana Nina Hoos (que como siempre actúa bien) pero a su personaje le falta profundidad. Hay ideas y elementos interesantes: varios buenos diálogos, una excelente reconstrucción de una Berlín en ruinas, una lograda oscuridad, suspenso y violencia, arbitrariedad y corrupción, personajes que se espían unos a otros…pero las diversas líneas narrativas no terminan de integrarse satisfactoriamente según un guion que cuenta con escasas revelaciones. El apego a las normas del bueno de Max no suena convincente (como tampoco la actuación del plástico Taylor Kitsch). De todos modos, casi nadie se salva de transgredir las normas cuando impera una lógica de posguerra donde muchas situaciones escapan a su control. Casi todos los personajes tienen sus buenos momentos, pero falta les profundidad psicológica.

Otro problema que surge (común en este tipo de series) es el verosímil del idioma. Si bien los personajes alemanes hablan en alemán, no resulta muy creíble que muchos de ellos hablen el inglés con fluidez; incluso, a veces personajes alemanes hablan inglés entre sí.  Y lo que es peor: ¿cómo envían a un policía que no habla alemán a organizar la policía alemana?

Además de un capítulo final bastante vibrante, lo mejor de la serie es el personaje de Claire Franklin, la esposa alcohólica del vicecónsul de EE.UU. Tuppence Middleton (la Riley Blue de Sense 8), una suerte de Jessica Lange morocha (y por más de una razón), quien realiza una notable composición, plena de matices, de una femme fatal entre melancólica, aburrida, insatisfecha y sufriente.

There are many interesting elements, ideas and moments in this dark drama that takes place in 1946 in a destroyed postwar Berlin, but the various narrative lines do not fully integrate satisfactorily, its characters are wasted because they lack, in general, psychological depth and between them curiously, the cast stands out more Tuppence Middleton than Nina Hoos, with a more accomplished character and performance.

Max McLaughlin, a New York policeman (Taylor Kitsch) arrives in destroyed postwar Berlin in 1946 to organize a precarious German police department in the American sector of the city alongside German Elsie Garten (Nina Hoos). In addition, both of them must deal with their personal losses. In Max’s case, he tries to find the whereabouts of his brother, a missing soldier, while we know about Elsie that the missing person is her husband.

This precarious police squad armed only with sticks (the Germans could not carry weapons) must deal with a Berlin where Nazi hunters and avengers circulate, a villain pimp nicknamed Engelmacher (Sebastian Koch), terrorists, espionage, cruel authorities in the Russian zone and diplomats.

I confess that the presence of the great German actress Nina Hoos (who, as she always acts well) motivated me to watch the series, but her character lacks depth. There are interesting ideas and elements: several good dialogues, an excellent reconstruction of a Berlin in ruins, a successful darkness, suspense and violence, arbitrariness and corruption, characters who spy on each other … but the various narrative lines do not finish integrating satisfactorily according to a script that has few revelations. The adherence to the norms of good old Max doesn’t sound convincing (and neither does the performance of the plastic Taylor Kitsch). In any case, almost no one is saved from transgressing the rules when a post-war logic prevails where many situations are beyond their control. Almost all the characters have their good moments, but they lack psychological depth.

Another problem that arises (common in this type of series) is the plausibility of the language. Although German characters speak German, it is not very credible that many of them speak English fluently; sometimes even German characters speak English to each other. And what is worse: how do you send a policeman who does not speak German to organize the German police?

In addition to a quite vibrant final chapter, the best of the series is the character of Claire Franklin, the alcoholic wife of US Vice Consul Tuppence Middleton (the Riley Blue of Sense 8), a kind of brunette Jessica Lange (and for more than one reason), who makes a remarkable composition, full of nuances, of a femme fatal between melancholic, bored, dissatisfied and suffering.

Deja un comentario

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Subir ↑

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar